Acerca de Raquel Rohz

Hola, soy Raquel Rohz. Crecí en una familia cristiana evangélica, y desde pequeña, no recuerdo un momento en que no sintiera un amor profundo por Dios. Aunque mi infancia fue marcada por la bendición de tener a Cristo en mi vida, también fui parte de una familia algo disfuncional, y al ser la más pequeña, solía estar sola. Fue en esos momentos de soledad que me refugié en la oración, hablando con Dios y buscando consuelo en Su presencia.

A medida que fui creciendo, la adolescencia me trajo desafíos que no fueron fáciles. Busqué amor y aprobación en lugares equivocados, y el enemigo aprovechó mis debilidades. Aunque siempre tenía la intención de hacer lo correcto, me encontraba repitiendo los mismos errores: salidas, fiestas, amistades que no me edificaban, y promesas rotas. Recuerdo bien aquel versículo que muchas veces resonaba en mi corazón: “Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero...” (Romanos 7:19).

Mis intentos de seguir a Dios fueron interrumpidos por mis propias luchas internas. Sin embargo, un día, conocí a una amiga que estaba en una misión con su esposo, y a través de su testimonio y amor, me ayudaron a reconectar con Dios. Fue ahí, en una sincera oración de reconciliación, donde Dios comenzó a trabajar profundamente en mí. A lo largo de estos tres años, he experimentado una transformación que solo Dios puede hacer. He visto cómo Él ha trabajado en mi carácter, mi fe y mi vida, cambiándome de adentro hacia afuera.

Hoy, miro atrás y me asombro de todo lo que Dios ha hecho en mí. He decidido entregarle mi vida y mi trabajo, y servirle en todo lo que hago. Como dice la palabra: “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.” (Filipenses 4:19). Sé que Él cuida de mí, como cuida de las aves del cielo, y que nunca me faltará lo que necesite para seguir en Su camino.

Ahora, con un corazón lleno de gratitud y convicción, me he comprometido a continuar este ministerio de enseñar Su palabra, escribir libros, crear mapas mentales, estudios bíblicos y recursos personalizados. Todo lo que esté a mi alcance y más, lo haré para darle gloria y honra al Señor, nuestro Dios Todopoderoso, el único Rey.

Hoy, siento que nunca he estado más feliz ni más alineada con lo que Dios me ha llamado a hacer. He aprendido que Él pone las personas adecuadas en tu camino por una razón, y quiero ser esa persona para ti. Si has llegado hasta aquí, me siento muy agradecida de que quieras conocerme un poco más, y estoy encantada de poder conectarme contigo.

Recuerda que mientras hay vida, hay esperanza, y que siempre debemos luchar la buena batalla de la fe. Si tienes alguna pregunta o comentario, me encantaría saber de ti. Puedes dejarme tus pensamientos en mis redes sociales, donde estaré encantada de leerte y responderte. Dios te bendiga, y que encuentres paz, propósito y esperanza en Su palabra.